20 sofás de los que no querrás levantarte

Un clásico renovado  Originario del s. XIX, el chéster es un sofá que dará una fuerte personalidad a tu salón. Tradicionalmente fabricados de manera artesanal, destacan por su respaldo bajo (unos 75 cm), aspecto mullido, tapizado en capitoné y reposabrazos en voluta. Los de la imagen son de Azul-Tierra. Salón decorado por Cristina Carbonell. 2 / 20 Menos es más  En salones pequeños, es mejor optar por un sofá de dos plazas, como aquí, y completarlo con butacas o pufs, que no encorsetar uno más grande que no respire y abigarre demasiado el espacio. Recuerda que lo ideal es que el sofá mida unos 90 cm menos que la pared que lo albergará. Salón decorado por Bárbara Sindreu. 3 / 20 En "L"  Si distribuyes dos sofás en ángulo, como en este salón decorado por Pía Capdevila, lo mejor es arrimar a la pared el más grande y reservar para el lateral el más pequeño, como se ha hecho aquí. Con ello dejas más espacio libre para moverte con comodidad. 4 / 20 Una completísima tertulia  En salones amplios y cuadrados, distribuir los sofás en "U", con un par de butacas que cierren la tertulia, es una opción muy práctica. Para que sea más versátil, combina diferentes piezas, como aquí, donde las butacas tipo bergère a juego con el sofá, sirven de comodín, pudiéndolas mover fácilmente. 5 / 20 Un gran sofá rinconero  Como indica su nombre, son perfectos para salvar una esquina y reconvertir ese espacio que, con dos sofás en "L" se desperdiciaría, en asientos extra. El único handicap que presentan es que solo se adaptan en ángulos rectos. Salón decorado por Bárbara Sindreu. 6 / 20 Con módulo chaise longue  Es literalmente un dos en uno: sofá + chaise longue. Y una opción muy práctica para aúnar en una sola pieza varias funciones. Sin embargo, se trata de sofás más grandes de los convencionales (mínimo de 250 cm), por lo que los metros cuentan. Este es el modelo Kivik de Ikea. 7 / 20 De obra y en "L"  Es como un traje a medida: lo planificas de acuerdo con el espacio con el que cuentas, aprovechando cada centímetro, como se ha hecho en este salón decorado por Cristina Carbonell. Es una opción más ecónomica que un sofá convencional y puedes personalizar los asientos y respaldo a tu gusto. 8 / 20 Enfrentados, una tertulia cómoda  ¿Os gusta recibir en casa? Colocar los dos sofás en paralelo, como aquí, es la mejor opción, ya que facilita la tertulia al quedar todos de caras. Pero para ello necesitas que el salón tenga un ancho mínimo de 4 metros. Estos sofás son de Casa y Campo. 9 / 20 Clásico y atemporal  Lo clásico nunca pasa de moda. Y, además, es fácilmente combinable. Para prueba este salón, que aúna dos diseños de sofás muy distintos entre sí pero con un común denominador: su estilo clásico. Por un lado, una pieza singular en capitoné de Graham & Green y, por otro, dos sofás de KA International. 10 / 20 Muy gustoso  Amplio, con chaise longue, junto a la ventana para disfrutar de la brisa durante el verano y con una alfombra a juego para andar descalzo en invierno. Sofá de Roche Bobois y mesa de India & Pacific. Estantería diseño de la interiorista realizada por Fusteria Catot.   11 / 20 ¡A todo color! Es una opción perfecta si quieres que el sofá sea el protagonista del salón. Para no recargar en exceso, lo mejor es que lo reserves para una sola pieza, como aquí. Juega con los cojines para integrar los diferentes elementos de la tertulia. 12 / 20

Un clásico renovado  Originario del s. XIX, el chéster es un sofá que dará una fuerte personalidad a tu salón. Tradicionalmente fabricados de manera artesanal, destacan por su respaldo bajo (unos 75 cm), aspecto mullido, tapizado en capitoné y reposabrazos en voluta. Los de la imagen son de Azul-Tierra. Salón decorado por Cristina Carbonell.

http://www.elmueble.com/estancias/salones/sofas-los-que-querras-levantarte_40081/1

Un clásico renovado  Originario del s. XIX, el chéster es un sofá que dará una fuerte personalidad a tu salón. Tradicionalmente fabricados de manera artesanal, destacan por su respaldo bajo (unos 75 cm), aspecto mullido, tapizado en capitoné y reposabrazos en voluta. Los de la imagen son de Azul-Tierra. Salón decorado por Cristina Carbonell. 2 / 20 Menos es más  En salones pequeños, es mejor optar por un sofá de dos plazas, como aquí, y completarlo con butacas o pufs, que no encorsetar uno más grande que no respire y abigarre demasiado el espacio. Recuerda que lo ideal es que el sofá mida unos 90 cm menos que la pared que lo albergará. Salón decorado por Bárbara Sindreu. 3 / 20 En "L"  Si distribuyes dos sofás en ángulo, como en este salón decorado por Pía Capdevila, lo mejor es arrimar a la pared el más grande y reservar para el lateral el más pequeño, como se ha hecho aquí. Con ello dejas más espacio libre para moverte con comodidad. 4 / 20 Una completísima tertulia  En salones amplios y cuadrados, distribuir los sofás en "U", con un par de butacas que cierren la tertulia, es una opción muy práctica. Para que sea más versátil, combina diferentes piezas, como aquí, donde las butacas tipo bergère a juego con el sofá, sirven de comodín, pudiéndolas mover fácilmente. 5 / 20 Un gran sofá rinconero  Como indica su nombre, son perfectos para salvar una esquina y reconvertir ese espacio que, con dos sofás en "L" se desperdiciaría, en asientos extra. El único handicap que presentan es que solo se adaptan en ángulos rectos. Salón decorado por Bárbara Sindreu. 6 / 20 Con módulo chaise longue  Es literalmente un dos en uno: sofá + chaise longue. Y una opción muy práctica para aúnar en una sola pieza varias funciones. Sin embargo, se trata de sofás más grandes de los convencionales (mínimo de 250 cm), por lo que los metros cuentan. Este es el modelo Kivik de Ikea. 7 / 20 De obra y en "L"  Es como un traje a medida: lo planificas de acuerdo con el espacio con el que cuentas, aprovechando cada centímetro, como se ha hecho en este salón decorado por Cristina Carbonell. Es una opción más ecónomica que un sofá convencional y puedes personalizar los asientos y respaldo a tu gusto. 8 / 20 Enfrentados, una tertulia cómoda  ¿Os gusta recibir en casa? Colocar los dos sofás en paralelo, como aquí, es la mejor opción, ya que facilita la tertulia al quedar todos de caras. Pero para ello necesitas que el salón tenga un ancho mínimo de 4 metros. Estos sofás son de Casa y Campo. 9 / 20 Clásico y atemporal  Lo clásico nunca pasa de moda. Y, además, es fácilmente combinable. Para prueba este salón, que aúna dos diseños de sofás muy distintos entre sí pero con un común denominador: su estilo clásico. Por un lado, una pieza singular en capitoné de Graham & Green y, por otro, dos sofás de KA International. 10 / 20 Muy gustoso  Amplio, con chaise longue, junto a la ventana para disfrutar de la brisa durante el verano y con una alfombra a juego para andar descalzo en invierno. Sofá de Roche Bobois y mesa de India & Pacific. Estantería diseño de la interiorista realizada por Fusteria Catot.   11 / 20 ¡A todo color! Es una opción perfecta si quieres que el sofá sea el protagonista del salón. Para no recargar en exceso, lo mejor es que lo reserves para una sola pieza, como aquí. Juega con los cojines para integrar los diferentes elementos de la tertulia. 12 / 20